"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
EPISTEMOLOGÍA

Este artículo es una reproducción de las notas 25, 26 Y 27 de la obra LA EDUCACIÓN CUÁNTICA (4ª ed.).

Extracto de la página 32:

Conocer la historia es saber cómo el poder de una minoría ha prevalecido impunemente por encima de las eufemísticas democracias (George, 2010). Todo un secuestro de la libertad de los pueblos, de mis antepasados, de mi abuelo trabajador para los “señoritos” y, cómo no, de mi padre emigrado a las minas de Bélgica. Conocer mi historia personal y familiar, a modo de “sincronicidad junguiana” (1), me auspicia para luchar por la libertad de conocimiento, pues solo el saber hará de nosotros hombres verdaderamente libres. El desarrollo humano permite el conocimiento y la libertad. Sin embargo, el saber y la libertad propugnados por el desarrollo humano son dos caras de la misma moneda actualmente en conflicto (Sen, 2000). “El saber es poder” decía Aristóteles, nunca mejor dicho, es ejercido tiránicamente por los plutócratas. Pero dicho aforismo también sirve por los díscolos del sistema capitalista, que no somos pocos, sino cada vez más. El imperialismo económico no solo tiene abierto un frente geopolítico por la inestabilidad financiera global, sino también porque se sustenta en una historia que ha sido tergiversada inmoral e ideológicamente mediante guerras como acredita estupendamente Oliver Stone en su serie de diez documentales La historia no contada de los Estados Unidos; como también denuncia Naomi Klein (2007) en su obra La doctrina del shock; y complementando dichas denuncias, La educación cuántica tiene como pretensión epistemológica trascender al materialismo científico que vive en la caverna platónica. Saber todo ello puede ser la tabla de salvación, pues ya no se pueden esconder tantas mentiras económicas (2), políticas (3) y epistemológicas (4), como el espionaje mundial realizado por la NSA estadounidense a la humanidad (5). El imperialista económico por antonomasia, los Estados Unidos, está cayendo de su prepotencia que le dura desde la Segunda Guerra Mundial.

Notas:

(1) Mediante el Principio de sincronicidad, Carl Gustav Jung (1875-1961) intenta dar cuenta de una forma de conexión entre fenómenos o situaciones de la realidad que se enlazan de manera acausal, es decir, que no presentan una ligazón causal, lineal, que responda a la tradicional lógica causa-efecto. Un típico ejemplo de sincronicidad se da cuando una persona constata que una imagen mental suya, netamente subjetiva, es reflejada, sin explicación causal, por un evento material exterior a él. En términos de Jung, sería la concordancia, en el nivel del significado, de una imagen mental con un fenómeno material que se dan simultáneamente. Por lo tanto, Jung considera que las sincronicidades son “concordancias significativas acausales”. Para él, la sincronicidad es “la coincidencia de dos o más acontecimientos, no relacionados entre sí causalmente, cuyo contenido significativo es idéntico o semejante”. Una experiencia sincrónica suele venir a nuestras vidas cuando menos nos lo esperamos, pero en el momento exacto, cambiando en ocasiones la dirección de nuestras vidas e influyendo en nuestros pensamientos. Pero para ello, tenemos que estar receptivos y atentos al mundo que nos rodea (como propone Heráclito con el Logos), creando la apertura a esa posibilidad de sincronicidad, una cuestión que, con la física cuántica, y más concretamente con la Teoría del desdoblamiento de los tiempos propuesta por el físico francés Garnier, hace posible tomar consciencia de la potencialidad de nuestros pensamientos así como su relación sincrónica con los fenómenos observados más allá de la aparente causalidad lineal propuesta por la mecánica newtoniana. Como se verá en este ensayo, la mecánica cuántica es el sustrato cognitivo que da un giro epistemológico (teoría del conocimiento) que afecta a nuestra comprensión y renovada interpretación de la filosofía y la psicología así como conceptos como el aquí propuesto como sincronicidad por Jung.

(2) Dos libros para desmitificar las mentiras económicas como dogma de fe. El primero de la mano de Eduardo Garzón (2017): Desmontando los mitos económicos de la derecha española. Resumen:

Una introducción al universo económico, desde una perspectiva de izquierdas.Este es un libro para aquellos que ven la economía como una ciencia muy técnica, repleta de números e indicadores aparentemente complejos que solo los expertos entienden. Lo es porque demuestra que no hace falta tener formación académica para comprender la esencia de los fenómenos económicos. Son mucho más sencillos de lo que parecen. Lo único que hay que hacer para entenderlos es asimilar que la política y la economía son dos caras de la misma moneda, que la situación económica actual beneficia a unos y perjudica a otros y que los primeros intentarán por todos los medios que así siga siendo. Este es también un libro para aquellos progresistas que, cuando piden más justicia social a través de una mayor redistribución de la renta y la riqueza, están hartos de oír: “Ojalá, pero no se puede”. Y de no saber qué responder. Porque Eduardo Garzón impugna esa respuesta con argumentos, proporciona herramientas para combatirla y explica que la mejor forma de entender la economía, para además ponerla al servicio de la mayoría social, es deshacerse de las mentiras que la derecha económica nos transmite constantemente por casi todos los poros del sistema.

El segundo libro titulado La gran mentira de la economía es de Gonzalo Bernardos (2014), y este es el resumen:

Los economistas tienen mala fama, bastante merecida después de años de recesión, que nadie fue capaz de predecir. Pero no es solo la casi nula capacidad de predicción lo que se les recrimina, sino también una clara incompetencia para proporcionar soluciones viables. La lista de motivos por los que se equivocan es larga. Pero en opinión de Bernardos los más comunes tienen su origen en la pasión excesiva por el dinero, la inadecuada utilización de la ideología política, una falsa prudencia, la creencia de que el futuro es casi siempre una repetición del pasado, el miedo a implantar una estrategia diferente, el desprecio u olvido de los costes políticos y sociales y las grandes limitaciones de la ciencia política. Gonzalo Bernardos, vicerrector de Economía de la Universidad de Barcelona, desgrana en este libro cada uno de estos puntos para que los ciudadanos entendamos sin dificultad lo que ha pasado aquí y lo que viene ahora.

(3) Dos libros para desenmascarar las mentiras de nuestros políticos.Hoy es la política la que condiciona los mercados y nuestra actual crisis económica tiene muchos candidatos a actor/actriz protagonistas entre los políticos, dentro y fuera de nuestras fronteras. La nueva depresión (Duncan, 2013) y Codicia financiera (Olier, 2013) son las dos novedades que publica la editorial Pearson para desenmascarar las mentiras contadas por los políticos. ¿Austeridad sí o austeridad no? Pues parece ser que Richard Duncan, el autor de La nueva depresión, no haría muchos amigos en el Parlamento Europeo porque el mensaje de su libro es claro: la austeridad significa colapso. Este prestigioso analista financiero se suma a las voces contrarias a las prácticas de la mayoría de gobiernos actuales en una obra que analiza las causas de la actual y prolongada crisis y cómo los gobiernos pueden evitar que La nueva depresión que vivimos no se convierta en una Nueva Gran Depresión. El libro propone soluciones que huyen de esa austeridad, que Richard Duncan define como un “trágico error”.

Por su parte, Codicia financiera es un libro de Eduardo Olier que analiza de la mano de los grandes economistas cómo los mercados financieros han abusado de la codicia y cómo ésta se ha apoyado en la corrupción política para fortalecer la crisis.Y es que las prácticas codiciosas de la economía financiera actual no serían posibles sin el concurso de los reguladores, es decir, de los responsables políticos. De modo que este libro presenta lo mejor y lo peor de cada corriente de pensamiento económico (marxismo, neoliberalismo, etc.) y, apoyándose en los economistas clásicos, demuestra cómo son las clases políticas dominantes las que han facilitado que los mercados financieros ahoguen a la economía real.

(4) Existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento, siendo la consideración de su función y fundamento un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia. La rama de la ciencia que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del conocimiento. La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto. Se trata, por lo tanto, del estudio de la función del entendimiento propio de la persona, un objetivo subyacente al constructo filosófico desplegado en este ensayo que, como se ha visto, propugna dos modos de saber: el dual entre sujeto y objeto (método científico), y el no dual entre sujeto y objeto (trascendental).

Desde la teoría del conocimiento, he pretendido ocuparme de problemas tales como las circunstancias históricas, científicas, psicológicas y filosóficas que llevan a la obtención de la sabiduría, una eterna dialéctica a resolver por la humanidad pues, la racionalidad (método científico) y la espiritualidad (conocimiento revelado), han seguido caminos divergentes en la historia del pensamiento (véase ciencia versus religión), hasta que la física cuántica remitió inexorablemente hacia esos dos modos de saber (Wilber, 2005): el materialismo científico (dualidad entre sujeto-objeto) y el misticismo contemplativo (no dual entre sujeto-objeto, trascendental), diferentes entre sí pero complementarios. Así, gracias a la física cuántica, esa dicotomía cognitiva ya no se presenta como una antinomia insuperable sino, ahora sí, como una paradigmática evolución holística desde el materialismo científico hacia el racionalismo espiritual.

Sin embargo, al margen de la anterior consideración estrictamente científica y filosófica, también creo haber demostrado en este ensayo que las circunstancias históricas y sociológicas han sido objeto de una ingeniería social y mental por parte de los poderes fácticos, una conspiración en toda regla, para recluir a la humanidad en la caverna platónica. Para romper esas cadenas de la esclavitud y de la ignorancia inducida, es preciso un nuevo paradigma de conocimiento como tesis de este ensayo, de modo que toda persona con pensamiento crítico y divergente al pensamiento único neoliberal tenga los necesarios argumentos para actuar en libertad y con conocimiento de causa para, así, rendir homenaje a este aforismo bíblico: “la verdad os hará libres”.

Porque la libertad es también importante en ética, en filosofía social y política, en la filosofía de la mente, en metafísica, en la teoría del conocimiento, en la filosofía de las leyes, en la filosofía de la ciencia y en la filosofía de la religión: no puede haber “verdad” sin una genuina libertad desde el empoderamiento consciente de nuestro propio destino como personas y como humanidad. En definitiva, el empoderamiento consciente es una vía de sanación y fuente de inspiración para dirigir cada cual su vida en el mejor de los sentidos. Porque, a la postre, como dijera Carl Jung, las personas sufren porque no saben darle un sentido a su vida.

Mis investigaciones en los citados campos de estudio han alumbrado otra necesaria revisión a realizar, a saber, la de la tradicional educación, de ahí esta propuesta como “educación cuántica”. La educación cuántica postula una metodología pedagógica al efectuar los necesarios revisionismos antes citados, en aras de educar a las venideras generaciones en libertad y con conocimiento de causa desde el empoderamiento consciente. Porque “la verdad os hará libre”, lo cual conlleva inherentemente un replanteamiento cognitivo sobre la comprensión del mundo y de la persona. Dicho giro cognitivo del “ver para creer” (método científico) al “creer para ver” (método trascendental) invita a salir de la ignorancia en la que está sumido el ego. Esa salida de la caverna platónica es popularmente conocida como el “despertar de la conciencia” y debería llevarse a cabo conjuntamente entre la ciencia y la reflexión filosófica.

Como se ha argumentado en este ensayo, la mecánica cuántica es el sustrato cognitivo que posibilita un giro epistemológico (teoría del conocimiento) que afecta a nuestra comprensión y renovada interpretación de la filosofía y la psicología, al desplomarse la “rígida estructura” dualista del método científico, quien pretende explicarnos la realidad de ahí fuera y que, como demuestran las neurociencias, es una pura ilusión. Así, pues, la verdadera realidad está en el interior de cada uno de nosotros, de ahí el nuevo paradigma de conocimiento argumentado desde la filosofía perenne.

(5) Revelaciones sobre la red de vigilancia mundial (2013-2015), según Wikipedia:

Los datos acerca de la vigilancia mundial son una serie de revelaciones sacadas a la luz por la prensa internacional entre 2013 y 2015, que demuestran la vigilancia que principalmente las agencias de inteligencia de Estados Unidos, en colaboración con otros países aliados, han estado ejerciendo de manera masiva sobre la población mundial. Las víctimas potenciales de este espionaje podrían cuantificarse en miles de millones de personas alrededor del mundo, además, los periódicos revelaron que cientos de líderes mundiales, incluyendo jefes de Estado e importantes empresarios, fueron o están siendo vigilados. La información salió a la luz gracias al excontratista de la NSA y la CIA, Edward Snowden, quien copió y posteriormente filtró miles de documentos clasificados de alto secreto (top secret) mientras trabajaba para Booz Allen Hamilton, uno de los mayores contratistas militares y de inteligencia del gobierno de Estados Unidos. Los documentos extraídos por Snowden, que en conjunto superarían los 1,7 millones, además de miles de documentos secretos de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, también contendrían miles de archivos secretos de países como Australia, Canadá o Reino Unido, gracias a su acceso a la exclusiva red Five Eyes.

Los informes pusieron al descubierto y demostraron la existencia de una compleja red de colaboración entre decenas de agencias de inteligencia de varios países con el objetivo de expandir y consolidar una vigilancia globalizada. Los informes sacaron a la luz la existencia de tratados secretos y otros acuerdos bilaterales para la transferencia masiva de metadatos, registros y otras informaciones a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, que se mostró como la agencia que capitanea los esfuerzos de vigilancia. Se descubrió que la NSA opera programas secretos de vigilancia masiva como PRISM o XKeyscore. Para la vigilancia y recogida masiva de datos las agencias han recurrido a métodos tan diversos como la introducción de software espía en aplicaciones móviles muy populares como Angry Birds o Google Maps, la ruptura de la seguridad de los sistemas operativos iOS, Android, o la violación de los cifrados de las BlackBerry. La NSA también infectó cientos de miles de redes informáticas con malware a nivel internacional e incluso espía los correos electrónicos Hotmail, Outlook o Gmail. La inteligencia internacional también vigila y almacena miles de millones de llamadas y registros telefónicos. Gracias a esto, las agencias capitaneadas por la NSA son capaces de conseguir los contactos, geolocalización, fotografías, aplicaciones o mensajes, datos que les permiten crear perfiles de prácticamente cualquier individuo, pues a partir de esto pueden deducir su modo de vida, país de origen, edad, sexo, ingresos, etc. La NSA también intercepta y almacena los datos de millones de transacciones financieras electrónicas, pudiendo tener acceso prácticamente a cualquier dato bancario. Según los documentos filtrados, las más importantes empresas de telecomunicaciones, tecnología y de Internet colaboran con la NSA de manera voluntaria o a cambio de millones de dólares para la cesión masiva de datos de sus clientes, además del acceso a sus servidores. Entre esas empresas se encuentran: Microsoft, Google, Apple, Facebook, Yahoo!, AOL, Verizon, Vodafone, Global Crossing o British Telecomunications, entre otras.

En junio de 2013, el primero de los documentos de Snowden se publicó simultáneamente en The Washington Post y en The Guardian, lo que captó la atención de muchísimos lectores. La revelación de información continuó durante todo el 2013 y los documentos fueron obtenidos y publicados posteriormente por muchos otros medios de comunicación internacionales, sobre todo por The New York Times (Estados Unidos), Der Spiegel (Alemania), la Australian Broadcasting Corporation (Australia),O Globo (Brasil), la Canadian Broadcasting Corporation (Canadá), Le monde (Francia), L ´Espresso (Italia), NCR Handelsblad (Países bajos), Dagbladet (Noruega), El País (España) y Sveriges Television (Suecia). De manera simultánea también se descubrió que si bien el peso de la vigilancia lo soportan países anglosajones, mediante acuerdos y tratados secretos las agencias de inteligencia de diversos países también han cooperado con Estados Unidos mediante el espionaje directo a sus propios ciudadanos o la transferencia de datos e informaciones. Entre estos países se encuentran: Italia, Países Bajos, España, Suiza, Suecia, Alemania, Francia o Noruega.

Como consecuencia, una coalición de diversos grupos demandaron a la NSA. Varias organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch o Transparencia Internacional presionaron a la administración Obama para que, en vez de perseguir, protegiese al “soplón” Snowden. Edward Snowden se vio obligado a exiliarse. El 14 de junio de 2013, fiscales de los Estados Unidos acusaron, con base en la Ley de Espionaje de 1917, a Edward Snowden de espionaje y de robo de propiedad gubernamental. A finales de julio de 2013 el Gobierno de la Federación de Rusia le otorgó el derecho de asilo, lo que contribuyó al deterioro de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. La posibilidad de que Snowden pudiera escapar a Sudamérica derivó en el conflicto diplomático entre Sudamérica y Europa de 2013. Por otra parte, el presidente Barack Obama criticó el supuesto sensacionalismo con que las revelaciones habían salido a la luz, al tiempo que defendió que “no se está espiando a la ciudadanía estadounidense” y que “Estados Unidos no posee un programa nacional de espionaje”. En el Reino Unido, el gobierno conservador de David Cameron amenazó a The Guardian y le instó a que no publicara más documentos de los sustraídos. En una evaluación inicial acerca de estas revelaciones, el Pentágono determinó que Snowden cometió el mayor robo de secretos en la historia de los Estados Unidos. Sir David Omand, exdirector del GCHQ, dijo que las revelaciones de Snowden son la pérdida más catastrófica que haya tenido jamás la inteligencia británica. A raíz de esto se generó un debate aún vigente acerca de qué tan responsable ha sido la información periodística para la opinión pública y la “necesidad” de esta vigilancia en contraposición al derecho a la privacidad.

Bibliografía:

Bernardos, Gonzalo. La gran mentira de la economía. Barcelona: Destino, 2014.

Duncan, Richard. La nueva depresión.Madrid: Pearson, 2013.

Garzón, Eduardo. Desmontando los mitos económicos de la derecha española. Barcelona: Editorial Península, 2017.

George, Susan. Sus crisis, nuestras soluciones. Barcelona: Icaria Editorial, 2010.

Klein, Naomi. La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre. Barcelona: Paidos Iberica, 2007.

Olier, Eduardo. Codicia financiera. Madrid: Pearson, 2013.

Sen, Amartya. Desarrollo y libertad.Barcelona: Editorial Planeta, 2000.

Wilber, Ken. (2005). “Dos modos de saber”. En: Wilber, El espectro de la conciencia (pp.35-59). Barcelona: Kairós.