"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
Los cuatro cuadrantes

Hace ya un año que, junto a otros compañeros, tomamos la iniciativa de constituir un círculo Podemos en Torredembarra. Hace un año también que emprendimos el viaje en Podemos con ilusión y, sobre todo, porque muchos activistas sociales proveníamos del 15M. Hace un año que pensábamos, ahora sí, podemos cambiar la sociedad. Hace un año que fuimos vilmente engañados con alevosía y nocturnidad por Pablo Iglesias y su Equipo Técnico.

Hace nueve meses, en el mes de octubre si no recuerdo mal, no tardaron en desvelar sus cartas, cuando mil candidatos como yo, presentemos nuestra candidatura al Consejo Ciudadano Estatal, y fuimos vilipendiados mediante una lista-plancha. Mi amigo Manuel y yo fuimos de los primeros en darnos cuenta que la camarilla de Pablo Iglesias había traicionado el espíritu horizontal con el cual iban a asaltar los cielos, para abandonar a los círculos a su suerte, y apoderarse ellos de una estructura vertical, como la casta, en nombre y representación de la conciencia de personas de buena fe, las cuales depositemos nuestra confianza en un “coletas”.

Hace ya seis siete meses que dejé el Círculo Podemos de Torredembarra por los motivos antes expresados, porque, si Felipe González nos la pegó una vez, no voy a caer otra vez en el mismo engaño. A pesar de recibir críticas en el seno del propio círculo por mi actitud también crítica con Pablo Iglesias, no pasó mucho tiempo para que el autócrata Pablo Iglesias y sus secuaces seguidores, demostraran públicamente sus retorcidas intenciones, elección tras elección con el mismo sistema-pancha. Poco a poco fuimos cada vez más los críticos que abandonemos el barco de Podemos, principalmente, porque esa no es el tipo de conciencia que queremos. Los verdaderos activistas buscamos una transparencia total en lo que se dice, y lo que se hace con lo que se dice, pues recordad que “por sus actos los reconoceréis”. Así fue como poco a poco, hasta los medios tradicionales y alternativos, todos ellos iban coincidiendo en una aplastante verdad: Podemos ha perdido el discurso de la calle. Ahora ya no quieren asaltar los cielos, sobre todo porque no podrán, y ya surgen voces sobre pactos con el PSOE. ¿Antes Podemos criticaba a la casta, y ahora se va a convertir en casta?

Hace ya siete meses que dejé Podemos y, desde la perspectiva que te da el tiempo, mis iniciales críticas a Pablo Iglesias quedan ahora confirmadas, incluso pude expresarlas en un libro titulado Podemos. Crónica de un renacimiento en el que, por habérselo ganado a pulso, tildo a Pablo Iglesias de autócrata. Hace ya siete mese que veo la política desde la distancia, lo cual me ha permitido retomar mis investigaciones filosóficas. Y si una cosa he aprendido en dicha labor, es saber por qué Pablo Iglesias no asaltará los cielos, argumentado científicamente desde un análisis de los cuatro cuadrantes del filósofo Ken Wilber.

Según el filósofo Ken Wilber la Verdad, la Bondad y la Belleza se manifiestan bajo cuatro cuadrantes: el interior individual (yo, intencional), el exterior individual (yo conductual), el interior colectivo (“nosotros” como intersubjetividad que conforma una cultura) y el exterior colectivo (el sistema social, económico y político). La teoría de Wilber es que la Verdad se manifiesta en los cuatro cuadrantes citados, y solo uno de ellos no puede, por sí solo, solapar a los demás, pues los cuatro cuadrantes representan la manifestación de la conciencia individual en interrelación con la conciencia colectiva, como expresión de la conciencia universal. En función de dichas premisas, veamos por qué Pablo Iglesias no asaltará los cielos.

Pablo Iglesias abanderó con su hipócrita imagen de niño bueno (interior individual, yo) a la conciencia de la colectividad del 15M y demás descontento social (interior colectivo), prometiéndoles que iba a asaltar los cielos (exterior colectivo, la política) para ofrecernos mejor vida a cada uno de nosotros (exterior individual). Como he argumentado anteriormente, es toda una falacia que ha dinamitado el discurso de Podemos, si es que tiene algún discurso intelectual coherente. De inicio es un error de cálculo, es una prepotencia desde el ego humano y por eso, como he dicho antes, los críticos fuimos los primeros en abandonar el barco de Podemos. Los críticos de Podemos no queremos que nos prometan migajas sino participar en la construcción de una conciencia global mediante una participación horizontal, la cual nos fue arrebatada para ser reconvertida en genuinamente vertical a escasos tres meses de las elecciones generales.

Como defiendo en mi libro Podemos. Crónica de un renacimiento , la actual crisis no es una crisis económica y política, sino una crisis social derivada de otra crisis mayor de civilización. Es una crisis intelectual y filosófica de enorme envergadura en la que, los economistas y ahora los profesores de ciencias políticas, se han empeñado en “diseñar” nuestra realidad al servicio de la oligarquía financiera. Es realmente una crisis de conciencia de la humanidad, es una crisis del ego humano que antepone la avaricia y la corrupción en todos los espectros del poder político, desmantelando así los Estados sociales que han costado décadas en ser construidos desde la Segunda Guerra Mundial. Repito es una crisis del ego humano, es una crisis de conciencia humana. Y en estos lares, permítame recordar, Ken Wilber es el “Einstein” de la conciencia.

Pues bien, retomando el asunto de Pablo Iglesias. El “coletas” y sus seguidores, premeditadamente y con alevosía, ya tenían todo bien preparado para abanderar una conciencia social que reclamaba más horizontalidad, pero en el fondo de su alma ya tenían toda la estrategia preparada para apoderarse de dicha conciencia, a traición. Esto es kármico. La simple intencionalidad (interior individual) de asaltar los cielos (sistema político, exterior colectivo) mediante la traición a la conciencia intersubjetiva (interior colectivo), va contra la regla citada más arriba: la Verdad, la Belleza y la Bondad se manifiestan en los cuatro cuadrantes. En la conducta de Pablo Iglesias (individual exterior) se pudo apreciar cada vez más claro su cambio de discurso, su metamorfosis política, su alejamiento de las bases, en definitiva, los mismos motivos por los que Juan Carlos Monedero abandonó el barco despidiéndose desde el circulo Espiritualidad, como si de un guiño se tratara al color morado (espiritualidad) que ha sido ultrajado por Pablo Iglesias y su equipo.

Y por eso, por una cuestión de ética, Pablo Iglesias no asaltará los cielos, porque ha obviado que la Verdad, la Bondad y la Belleza se manifiestan en los cuatros cuadrante de la conciencia universal: Tú, nosotros, la cultura y el sistema social. Si tú engañas al “nosotros” para llegar a la Moncloa (sistema social), estás incurriendo en una falta de ética en relación a la Verdad, y es metafísicamente imposible que asaltes los cielos con una premeditación egoísta (interior individual), porque faltas a la Verdad de los cuatro cuadrantes.

He dicho más arriba que esta no es una crisis económica y política, más bien intelectual y de hondo calado filosófico que afecta a la conciencia de las personas, en cómo debemos ser conscientes de nuestras palabras y de nuestros actos, una cuestión hartamente improbable en nuestro sistema político. De momento estamos separando el trigo de la paja, los que actúan en conciencia y lo que no. Pablo Iglesias, creo, no es buen trigo, principalmente, por tener un ego tan vanidoso que le ha impedido ver la Verdad de los cuatro cuadrantes.