"La conciencia, esa gran desconocida y, paradójicamente, tan presente en nosotros como ausente en el mundo"
(Amador Martos)
Desprecio

Artículo escrito el 7 de noviembre de 2014.

Este artículo está reproducido en el epílogo de la obra PODEMOS

Me presento como candidato al Consejo Ciudadano con una gran ilusión por poder expresar las ideas que llevo germinando durante años. Pero a la vez estoy observando que el “rodillo” en tres fases (lista del equipo técnico, borradores y ahora lista-plancha) es más de lo mismo como la casta en su procedimiento político. Con la bandera del empoderamiento, Pablo Iglesias ha subido como la espuma, pero a costa de una figura mediática enarbolada en nombre de todos nosotros. Esto es más de la misma democracia que criticamos algunos, y no democracia real como demandamos desde los círculos.

Por otro lado, impiden la doble militancia para que no hagan daño a los intereses del equipo técnico, que dicho sea de paso se ha apoderado del espíritu del 15M prometiendo el oro y el moro, para dejar luego en la cuneta a los activistas sociales e intelectuales que llevamos años denunciando este perverso y depredador sistema capitalista.

El equipo de Pablo está luchando contra la casta con las mismas reglas de la casta: la manipulación psicológica sobre las masas, en el caso de Pablo, como muchos recordarán, “amenazando” con su marcha si su equipo y sus ideas no salían elegidas. Pablo no es coherente consigo mismo, porque llama al empoderamiento de los círculos, pero prohibiéndoles expresar sus ideas en sus municipios para hacer políticas cercanas a los ciudadanos. Pablo ha pensado por nosotros: somos como niños, no pensamos por nosotros mismos, debemos ser “tutelados” desde arriba, como hace la casta.

En función de lo anterior, entérate Pablo que con tu actitud has generado un karma (causa-efecto) cuya resultante será un sector crítico que te estará esperando a la vuelta de la próxima asamblea. Porque no te quepa duda, señor Pablo, que tus votantes son los millones de personas que necesitan votar a un líder mediático. Sin embargo, los activistas sociales, los que llevamos hace años defendiendo el espíritu de ATTAC, del Frente Cívico Somos Mayoría, del 15M y otras mareas sociales, los que trabajan a pie de los círculos, y creo que hablo en nombre de muchos de mis compañeros, estamos decepcionados por el paternalismo ideológico que Pablo Iglesias nos ha endosado.

Pero a pesar de todo lo anterior, lo peor queda por llegar, pues Pablo será un simple “Felipe González” al que habrá que vigilar de cerca, no porque haya temor que se convierta en casta, sino porque Pablo no tiene un discurso ideológico alternativo al neoliberalismo. El equipo técnico de Pablo Iglesias está obviando todas las tendencias ideológicas alternativas (psicológicas y filosóficas) en la elaboración de un ideario. Manuel, un amigo mío humanista me decía: “Si el gobierno de Rajoy mañana creara 3.000.000 de puestos de trabajo, las personas volverían al sistema de la casta y Podemos se derrumbaría como un castillo de naipe. ¿Por qué?

Sencillamente porque para cambiar el sistema hay que cambiar primero por dentro, una finalidad perseguida mediante mi propuesta La educación cuántica. Si las personas no cambian su modo de actuar, pensar y amar, por mucho que voten a Podemos (sobre todo los borregos exentos de pensamiento crítico), el sistema perpetuará su adoctrinamiento ideológico y Podemos no habrá realizado la verdadera transición que la humanidad necesita: pasar del racionalismo pragmático (hemisferio izquierdo) al racionalismo espiritual (hemisferio derecho).

Pablo Iglesias se ha apoderado de una latente consciencia social pero no de la verdadera espiritualidad, la misma que estamos construyendo en la PAH, en los círculos y en las calles. Él y su equipo técnico han despreciado nuestro trabajo al tratarnos como niños que no pueden ganar en la rifa del Consejo Ciudadano porque las cartas están marcadas. ¡Trileros disfrazados de demócratas!

Por todo ello, creo que mi candidatura es simbólica pues, casi con toda probabilidad, no tiene las mismas oportunidades que los “agraciados” de la lista de Pablo que, por el simple hecho de estar en ella, tienen todos los números de entrar al Consejo Ciudadano en detrimento de los candidatos sueltos que, con mucho esfuerzo y sacrificio, han decidido promocionarse en una elecciones pensando que el partido sería justo. Pero no es así, como en el fútbol, casi siempre ganan los grandes, Real Madrid o Barça, en este caso Pablo y su grupo de amigos.

Para finalizar una reflexión: como miembro de la mesa estatal del Frente Cívico Somos Mayoría, conocí a Juan Carlos Monedero en una de esas reuniones. Meses después salió contra todo pronóstico Podemos. Lo tenía bien callado y jugando a dos bandas, ahora lo veo claro. ¿Pero sabéis qué? A muchos integrantes del FCSM, en una reunión posterior a la salida en escena de Podemos, reconocimos que Podemos ha “robado” el discurso del FCSM, pero no ha canalizado el espíritu subyacente propugnado por Julio Anguita. Hay partido para largo. Principalmente porque la actual crisis no es solamente económica y política sino, eminentemente filosófica, pues se está derrumbando todo el pensamiento occidental sustentado en el ego fragmentado y disociado de la colectividad (viejo mundo), y en el nuevo mundo a construir por todos nosotros pocos son todavía los verdaderos empoderados, es decir, que la masa crítica está lejos de constituir una piña amorosa en el más pleno sentido del imperativo categórico kantiano. Queda mucho trabajo en el plano emocional y psicológico. Pero Pablo ha apostado a corto plazo en las elecciones generales para “derribar” a la casta con la misma prepotencia con la que ha actuado en el proceso constituyente de la asamblea Sí se puede. En mi humilde entender ha errado la senda, subestimando al mismo pueblo que dice defender.

El propio Pablo, con su desprecio a las bases y prepotencia ideológica, como si estuviera en posesión de la verdad, ha impuesta su lógica partidista (disfrazada de equipo técnico), invalidando el trabajo y el derecho de igualdad en el sufragio de las elecciones. Él sabrá. Quien siembra vientos, recogerá tempestades. Y aún no habiéndose entrado en campaña, ya amenazan nubarrones como acredita la retirada de la lista de Echenique. Y yo con ellos, y muchos con nosotros que piensan lo que escribo aquí pero que todavía no salen de su asombro de lo que están presenciando. Así es la vida, unos trabajando a pie de obra y otros recogiendo las mieles, sobre todos los desconocidos de la lista de Pablo que no luchan en pie de igualdad con el resto de candidatos. Y luego quieren construir la democracia real, venga ya…

Quiero cerrar esta reflexión declarando que los filósofos se han visto destronados primero por las ciencias empíricas, luego por la psicología positivista, y ahora por un puñado de profesores de ciencias políticas. Las ciencia sociales, ya sean la economía o la política, están a años luz de cerrar la brecha epistemológica entre la razón pragmática (casta) y el racionalismo espiritual (tránsito del “yo” egoísta al “nosotros” kantiano). La crisis de la humanidad, y por ende la de España, no es sólo una crisis económica y política sino, eminentemente, una crisis de conciencia de la humanidad que requiere una profundidad pensativa de las mejores mentes, ahora despreciadas por una lista-plancha.

Si a Pablo Iglesias le llega este escrito, que sepa que ha abierto la caja de pandora, que luego no se extrañe de las consecuencias, y no es una amenaza sino un análisis fenomenológico del sentir y el pensamiento que ronda en las mentes de los disidentes ideológicos. Quien avisa no es un traidor. Que te vaya bien Pablo. Seguiré apoyando a Podemos, pero no a Pablo y a su equipo técnico, por pura decoherencia con los principios de igualdad y justicia equitativa. Que os vaya bonito, pero os observamos desde la distancia.

Amador Martos García
Librepensador.